Una lente tórica, a diferencia de una lente esférica, posee un espesor que varía en dos meridianos principales los cuales forman un ángulo de 90 grados. En este caso en particular, si cogemos una sección cilíndrica de la lente podemos comprobar que su curvatura varía exclusivamente a lo largo de la región o meridiano horizontal.
Este meridiano es el que modifica la vergencia de los rayos que atraviesan la lente, es decir, es el que tiene una potencia asociada. Mientras que a 90 grados nos encontramos con el eje del cilindro, caracterizado por no tener efecto sobre la luz orientada en esta dirección.
Las lentes esfero-cilíndricas se caracterizan por tener una estructura bicónica análoga a la combinación de dos cilindros ortogonales. La focal formada por los rayos que atraviesan la lente esfero-cilíndrica va a tener la misma orientación que el eje del cilindro asociado. En este caso particular la mayor potencia es ejercida por un cilindro con eje horizontal y meridiano vertical, mientras que la menor potencia es ejercida por un cilindro con eje vertical y meridiano horizontal.
Las lentes intraoculares tóricas poseen en conclusión dos meridianos principales uno de mayor potencia, en este caso en el meridiano horizontal y otro de menor potencia sobre el cual se realiza una marca que se alineará con el meridiano de mayor potencia corneal.